sábado, 28 de septiembre de 2013

Comerse los mocos bueno para la salud


Afirma neumólogo austriaco: Ingerir mucosidad  representa una “especie de vacuna” al ser un filtro de bacterias

¿Alguna vez has practicado el “gusto culposo y gratificante” de picarte las fosas nasales para extraer su mucosidad? ¿Jamás? ¡Ay por favor! ¿Nunca? Bueno, pero si eres de los que en la niñez te atraparon con un moco en la lengua y te regañaron hasta el cansancio por ser un niño maleducado y cochino te tengo una muy buena noticia: Al parecer ¡Comerse los mocos es bueno para la salud! ¿Será verdad?

Según el sitio español www.bebesymas.com los padres debemos dejar y alentar que nuestros hijos practiquen este “acto socialmente repudiado”, ya que el médico Friedrich Bischinger, un conocido y famoso neumólogo austriaco afirmó que la práctica dactilar de hurgar en la nariz e ingerir la sustancia viscosa es de lo más natural y saludable en los seres humanos, ya que el comer los restos secos de mocos representa una buena forma de reforzar el sistema inmunológico.

Según la publicación que desde el 2011 circula en la red, la nariz funciona como un filtro donde se concentran las bacterias, evitando que éstas entren en nuestros pulmones. De este modo, los mocos se convierten en auténticos vehículos de bacterias que una vez ingeridos funcionan a modo de vacuna, por lo que la medicina moderna intenta hacer lo mismo, pero de una forma algo más complicada.

Además destacan que con los dedos se llega a las partes del interior de la nariz que no se puede llegar con un pañuelo y de esta manera, se mantiene el interior de la fosa nasal limpia.

Debido a lo anterior y aunque manipular e ingerir mocos es muy mal visto y considerado como una verdadera falta de educación -comparada con la de rascarse los genitales en público-  el galeno Bischinger recomienda a los padres que animen a sus hijos con estas prácticas, en vez de reñirles cuando lo hacen.

Y bueno después de leer esto la verdad me encuentro en un terrible aprieto porque la próxima vez que vea el travieso dedito de mi hijo buscando encarecidamente su hoyito en la nariz, no sabré si regañarlo o premiarlo.  

En mi ánimo de investigar me encontré con decenas de portales a nivel mundial dedicados a la salud infantil, así como de información general los cuales también difundieron estas declaraciones, sin embargo el periódico El Universal en su suplemento de salud digital del pasado 2008 expone la entrevista de una doctora quien afirma que no existen datos científicos sobre el supuesto beneficio de la mucofagia, definida como la manía de tragar secreciones nasales que para muchas personas resulta repugnante.

A  mí en lo personal se me hace interesante y a la vez curioso dicho afirmación médica, sin embargo me gustaría tener la entrevista original al reconocido neumólogo, así como las opiniones de otros colegas médicos y casos de pacientes quienes hayan tenido mejorías en su salud por comerse los mocos.

Queda de cada uno de nosotros investigar más a fondo sobre este tema, ya que si en verdad esta práctica “aparentemente sucia” es beneficiosa tendremos que cambiar nuestra cultura y empezar a comernos los mocos.

PD: Mientras terminaba de escribir este artículo mi hijo que se encontraba con su abuela y uno de sus tíos-abuelos defendió con un grito de rabia al querer ser censurado por su acto de comerse un moquito que se sacaba tranquilamente de su pequeña nariz. La verdad no he parado de reír pensando en esta coincidencia. 

Quizás esto sea una señal y después de todo no sea tan malo dejar que MI HIJO SE COMA LOS MOCOS.

Espero que este articulo te pueda servir para tener más información sobre la salud de tus hijos.
Soy Arlen Tapia, Mamá California. Una convencida de que no sólo damos a luz un hijo, sino que podemos criar a un ser que se convierta en un héroe para la humanidad.

Nos leemos pronto!




martes, 24 de septiembre de 2013

Qué hacer si le duelen los testículos a su hijo



A continuación les dejo un artículo médico muy interesante escrito por el Doctor Salvador Alvarado González, quien es cirujano partero y pediatra.


INTRODUCCIÓN:
Hace un par de semanas llegó a mi consultorio una mamá muy angustiada pues a su hijo de apenas 4 años le empezaron a doler súbitamente sus testículos. A la exploración física encontré la bolsa escrotal (bolsa donde se encuentran los testículos) enrojecida, inflamada y dolorosa.  El diagnóstico inicial que se hace con estos datos, es el de “escroto agudo”. El escroto agudo es una urgencia que se debe enfrentar lo más pronto posible por la posibilidad de que se pierda alguno de los testículos. Veamos aquí un poco de lo que cada madre, cada padre, debe saber acerca de este problema, que por fortuna no es tan frecuente, pero que le puede pasar a cualquier niño.

¿QUÉ ES EL ESCROTO AGUDO?
Este nombre de "Escroto Agudo" incluye a todas las enfermedades que producen dolor intenso y súbito acompañado de inflamación en la bolsa escrotal. Las principales causas son: que se tuerza un testículo (que es lo más frecuente), la torsión de los llamados apéndices testiculares, (partes elásticas normales de donde cuelgan los testículos), las hernias inguinales complicadas, los golpes en esa zona y la infección como última posibilidad.
El escroto agudo, decía que es bastante poco frecuente, sin embargo cuando se presenta…. ¡Ay!, cuando se presenta… ¡aguas!, porque de verdad es urgente realizar el diagnóstico lo más rápido posible, en las primeras seis horas,  ya que si no se opera en este límite de tiempo, el testículo se pierde, es decir, se necrosa, y se echa a perder, con la consecuente pérdida de la fertilidad. Necrosarse el testículo significa que ya no tiene baño sanguíneo, circulación, pues, y por lo tanto vida.

¿CON QUÉ SÍNTOMAS SE MANIFIESTA?
Con dolor. Con dolor súbito e intenso y progresivo en la bolsa donde descansas estos. Y además del hay dolor signos de inflamación, como lo es el enrojecimiento y la hinchazón, pudiendo haber también nausea, vómitos y hasta dolor al caminar.

¿POR QUÉ PASA ESTO?                                                                        Esto suele pasar porque el testículo que cuelga de unos ligamentos elásticos por donde van los vasos sanguíneos, se enreda, se tuerce y ya no recibe sangre. Esto puede pasar porque el niño anda corriendo, o porque se golpea esa delicada zona o porque existe una hernia que se “encarcela”, es decir que se tuerce. Un golpe ahí, (ya lo saben ustedes papás, es cosa de mucho dolor, y puede producir sangrado que comprime los testículos, y por ello ya no hay un buen flujo de sangre y sin sangre, la cosa se jode. También se puede deber a un proceso de infección, que se llama orquiepididimitis ( ya ven como nos la gastamos los médicos con los nombrecitos de las cosas) que puede suceder secundaria a las famosas paperas, cuyo nombre correcto es parotiditis.

¿CÓMO HACE EL MÉDICO EL DIAGNÓSTICO?                
Se hace con esos signos que les digo: dolor intenso, súbito, progresivo, pero también se puede echar mano de exámenes como lo es una gammagrafía, un ultrasonido, un examen de sangre, de orina, y de una vez los preoperatorios. Pero en términos generales es clínico y debe ser rápido  y meterlo a la sala de operaciones y salvarle el huevito del pequeño.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?                                           
El tratamiento es quirúrgico. Y es una urgencia. En los niños, huevo que inicia a doler súbitamente, que duele mucho y que está rojo, córrale con el doctor, o al hospital y de ahí al quirófano, nada de dar analgésicos con antiinflamatoriso, o poner bolsa de hielo. No. ¡No señor!, ¡no pierda tiempo porque se pierde el testículo!. Es mejor operar un niño de más que perder el testículo por un mal manejo con analgésicos y desinflamatorios o por el retraso en el tratamiento al solicitar estudios innecesarios.

¿QUÉ PASARÁ CON LA FERTILIDAD DE ESE NIÑO?
Indudablemente dependerá del tiempo transcurrido entre el inicio de la enfermedad y su tratamiento; en el caso de torsión testicular, que es la más frecuente de las causas, se encuentra bien establecido que después de 12 horas existen daños importantes que pueden acarrear problemas de fertilidad más adelante, es la razón por la cual debemos actuar rápidamente y no retrasar el tratamiento. Pero, bueno, al final, ustedes me dirán, y con razón, ¡para algo tenemos dos!. Con el otro, si se salva, con ese el chamaco puede tener hijos. Sí señor. Pero para que arriesgar: testículo que duele de repente, que duele cada vez más y que se pone rojo: ¡al quirófano muchacho!, ¡al quirófano!


Para cualquier duda o comentario favor de hacerlo en Mexicali a los teléfonos:
8 42, 20 22
 5 53 67 50
 8 41 01 41


jueves, 19 de septiembre de 2013

Un tierno olor maternal: Leche fresca o Requesón


Recomendaciones para no manchar tus prendas de leche materna

¿Por qué nadie nos advierte que durante el tiempo de la lactancia una  gotea como si fuera una vaca lechera sin tapón? ¡Es importante saber que si te descuidas en menos de lo que piensas tendrás un círculo redondo enorme y amarillento en tu blusa: Una mancha de leche!. Y aunque mi marido haya adorado e incluso considerado un afrodisíaco el “dulcísimo sabor a lechita de mis pechos” a mí me causo repulsión el sentirme húmeda 24 horas los siete días de la semana oliendo a producto lácteo. En fin gajes del oficio de una progenitora….





Cuando yo era pequeña mi madre desprendía un aroma característico. Su olor era algo que  me aportaba una sensación de tranquilidad, bienestar y seguridad. Recuerdo tantas veces en las que me quede dormida a su lado envuelta en su tierna fragancia maternal. Nunca me pregunte a que olía mi madre. Para mí su aroma era tan natural en ella que de ningún modo me cuestione su procedencia hasta que me convertí en mamá y el olor volvió.

Entonces el misterio quedo aclarado: Mi madre olía a LECHE. Aja, sí,  a ¡LECHE MATERNA! Todos esos años abrazándola sin saber porque su cuerpo y su ropa tenían ese aroma. Para bien o para mal Brenda Guadalupe les dio pecho a sus cuatro hijos un aproximado de un año y medio por cabeza. A unos más a otros menos. Considerando que yo fui la mayor entenderán que durante casi toda mi niñez esa fragancia lechosa representaba todo mi mundo conocido.

Ahora yo a mis 28 años en plena etapa de amamantamiento con mi pequeño Santiago en brazos era  la que olía a leche materna y esa es la parte que menos me gustaba. Sin mencionar el momento grotesco que una tiene que vivir si un día por descuido tu pequeño protector contra lactancia termina olvidado sin haber sido depositado en la basura como se debe, ya que el olor no será parecido a leche fresca, sino a un desagradable requesón o lácteo podrido.

Si ya eres mamá y tuviste la dicha de poder alimentar a tu hijo con tu propia leche estoy segura que te sientes identificada y de seguro te estás riendo recordando las que habrás pasado, pero si no te recomiendo que corras al súper y compres protectores de leche de preferencia de flujo abundante. Te confieso que yo ni siquiera sabía que existían. Para ilustrarte un poco más te explico que dichos protectores son almohadillas de algodón desechables que se colocan dentro del sostén para absorber la leche que gotea, las cuales están hechas de un material similar al de las toallas higiénicas. Actualmente hasta hay almohadillas de silicón reusables que se adhieren al seno y ejercen una presión leve en el pezón para evitar que la leche gotee, pero de esas nunca encontré.

Compra varios paquetes, porque si alguna vez has experimentado la vergüenza de manchar tu pantalón con flujo sanguíneo, créeme que el derrame lácteo es igual o peor.  Nunca creerás cuanta leche es capaz de contener tu seno hasta que te empapes, ni cuantas gotas por minuto son derramadas y que por ende deben ser embebidas por un pedazo de esponja de algodón.

Sin ánimo de publicitar nada (debido a que no recibo un peso por ello) te recomiendo que compres almohadillas de algodón de la marca GERBER o NUK, yo las compre en el País vecino, ya que en Mexicali no las encontré a la venta. En inglés se hacen llamar “Nursing Pads”, cuestan aproximadamente 5 dólares y te duran alrededor de 15 días.  Aquí en Mexicali únicamente encontré de la marca Pigeon pero la verdad es que no tienen la misma calidad ni capacidad de retener líquido. Pero si eres de las que creen que debemos utilizar menos desechable, también existen parches de tela lavables, que en mi caso no me sirvieron de mucho ya que rápidamente quedaban humedecidos y no podían protegerme lo suficiente.





Prácticamente cada madre tiene una historia graciosa sobre cuándo le pasó a ella, pero tú puedes evitar el goteo con los siguientes consejos que escribo a continuación:

·         Alimente a tu bebé con frecuencia, antes de que tus senos se llenen demasiado.
·         Los parches de lactancia deben cambiarse cada vez que amamantes o estén lo suficientemente mojados, por eso lleva repuestos en tu bolsa si vas a salir de tu casa.
·         Aprende a reconocer la sensación del reflejo que hace salir la leche, así puedes aplicar una presión leve a tus pezones con tus antebrazos o cruzando los brazos delante del pecho para prevenir un momento a vergonzante. También puedes usar un sacaleches y conservar el líquido.
·         Ten siempre una blusa y sostén extra en un cajón de tu trabajo o en el automóvil para cambiarte en caso de posibles accidentes.




No sé si será verdad porque en mi caso no fue así (¡gracias al cielo!) pero he leído en publicaciones de revistas electrónicas que algunas mujeres tienen un goteo ocasional mucho después de que dejan de dar pecho a sus bebés. ¡Para algunas mamás, el goteo continúa incluso un año después de dejar de amamantar! ¡A esto le llaman el poder de las hormonas!

Si me has estado leyendo hasta este momento quizás estés asustada, ya que tiendo a dramatizar sobre el asunto. (Aclaro que he dramatizado pero no exagerado, todo lo que te he dicho hasta aquí me ha sucedido tal cual). Pese a todo esto déjame decirte que amantar a tu bebé será una de las experiencias más íntimas y maravillosas que compartan tú y tu hijo, ya que la leche materna está llena de sustancias que protegen a tu bebé de una serie de enfermedades, así como contiene las vitaminas y nutrientes que tu bebé necesita en los primeros meses de vida. Además que como has escuchado también adelgaza y según algunos estudios recientes podría reducir el riesgo en las madres de padecer la terrible enfermedad del Alzhéimer, entre mil y otras maravillas.

Luego del paréntesis cultural sobre las bondades de convertirte en una vaca lechera que te parece si terminamos este artículo con una última explicación sobre por qué tú pezones durante los meses de lactancia pueden experimentar fugas de leche como si estuvieras viendo una tubería rota donde el agua sale a presión. A mí lo anterior me paso algunas veces cuando me estaba acomodando el pecho para darle de comer a mí bebe o me estaba desvistiendo para tomar un baño. La escena era divertidísima. Ver esa presión de líquido de leche salir con toda su fuerza y de esa manera, era algo demasiado extraño y curioso a la vez.

Según lo que he investigado la leche puede salir por goteos o chorritos cuando la mamá está dormida, se está bañando, oye llorar al bebé, piensa o habla de él e incluso puede gotear al ver fotografías y videos de otro nene que no sea el suyo.

La explicación es la oxitocina o “hormona del amor” que hace que las células de los lóbulos de tus senos que producen leche se contraigan y expulsen liquido hacia el pezón donde tu bebé puede succionarla, lo que algunos llaman el “reflejo de la leche”, pero si tu bebé no está lactando en ese momento, la leche puede gotear o incluso salir a chorros.

Como un buen anfitrión de una fiesta, tu cuerpo sabe que es mejor tener alimento disponible en exceso que no tener suficiente. Aunque esas manchas mojadas en tu blusa pueden ser un poquito penosas, piensa en el goteo como una manera natural de asegurar que tu bebé siempre tenga suficiente alimento para comer.

Bueno, espero que mi experiencia te sirva y si no que por lo menos hayas pasado un buen rato leyendo sobre mis “momentos lechosos”.
En el próximo artículo hablaré sobre los inconvenientes e incomodidades dolosas de dar pecho.
Lo he titulado “Muerdepezones: la tortura de amamantar” escrito donde abordare el tema del agrietamiento de pezones, mala colocación del seno y fiereza al succionar.

Gracias por tomarse el tiempo de leerme y recuerden que ser mamá es la mejor de las alegrías
Hasta la próxima!







jueves, 12 de septiembre de 2013

Manual de Supervivencia para Madre Primeriza: El primer día del bebé en casa

Después de meses hermosos donde esperaba con gran emoción la llegada de mi hijo, al llegar a casa con él me inundó un miedo tremendo. A pesar de haber deseado tanto tenerlo en mis brazos el verlo tan chiquito y tan frágil me pareció aterrador. El hecho de entender que su bienestar era mi responsabilidad me lleno de un pánico ensordecedor y abrumador. Mi bebé estaba al fin en el mundo con una madre terriblemente asustada, desorientada, perdida y paralizada.
Si estás a punto de convertirte en madre por primera vez continúa leyendo porque en está ocasión tu amiga bloguera del sitio web Mamá California te dará algunos consejos para sobrevivir los primeros días como primeriza y no morir en el intento, aunque si ya has pasado por esto de seguro que te reirás un poco recordando esa primera noche en la que te diste cuenta y exclamaste muy adentro de ti: “Oh Dios, ahora la madre soy yo”.

Una tarde tomas una maleta llena de ropa, pañales, biberones y cuanta cosa necesita tú bebé, sales hacia el hospital con los nervios y la felicidad de que pronto podrás conocer a esa personita que has esperado por tanto tiempo. Al fin sabrás como es su rostro, sus manitas, su sonrisa y su  llanto…
Una vez que ha sucedido el milagro del alumbramiento quizás tus familiares y amigos estarán inundando tu cuarto del nosocomio con flores, peluches y buenos deseos para tu retoño. Todo parece ser maravilloso. Tu hijo está sano y la enfermera o el doctor están al pendiente de él, auxiliándote con las dudas y el cuidado…Pero al día siguiente cuando te encuentras sola tú, tu esposo y el pequeño es cuando la gran pregunta emerge… ¿Y a hora que hago?

Espero no estar asustándote, únicamente quiero contarte mi experiencia y explicarte que sentirte feliz, emocionada y abatida a la vez forma parte del proceso, es algo natural que los nuevos padres se sientan un poco inquietos y tengan temor de cometer equivocaciones o dañar al nuevo miembro de la familia. Por ello surgen interrogantes como éstas: ¿Cómo saber si está enfermo o el llanto es normal? ¿Tendrá hambre o sueño? ¿Cuánto tiempo debe dormir?
Los primeros días siempre son los más difíciles, ya que el cuidado de ese nuevo ser, junto con todo el cansancio físico que conlleva el parto, unido a los cambios de humor debido a la fluctuación de las hormonas y la falta de sueño, puede resultar bastante difícil para muchas mujeres.
Por otro lado aquel que se convierte en padre por primera vez desea tener un manual de instrucciones para saber cómo apoyar a su esposa y proteger a su hijo, enfrentándose así a miles de preocupaciones. Sólo te pido que tanto tú como tu pareja tomen las cosas con calma, porque con el paso de las semanas tendrán la situación bajo control y ambos superarán todas las inquietudes propias de la inexperiencia paternal de los primeros días.
A continuación te dejo algunos consejos que pueden servirte en esta etapa de descubrimiento y adaptación de la asombrosa aventura de convertirte en madre.


Pedir ayuda después del parto
“No! Mi madre no se quedará para ayudarme, ni nos quedaremos a dormir con ella cuando nazca”. “Claro que no me voy a atemorizar ni pedir auxilio como otras mujeres”. Nosotros dos podemos perfectamente encargarnos de nuestro hijo”. Esas fueron algunas frases que llena de orgullo e ímpetu juvenil espeté antes de darme cuenta en que me estaba metiendo. Obviamente a los dos días de haber dado a luz mi progenitora ya estaba en casa apoyando a su espantada hija que incluso tenía miedo de  bañar a su delicado y aparentemente quebradizo crío.
Siempre había criticado a aquellas mujeres que corrían a la casa de sus padres para pedir refuerzo, calificándolas de temerosas o poco independientes. Consideraba innecesaria la mudanza maternal al rescate. Digo, ¿Que tan difícil podría ser hacerme cargo de mi propio bebé?
Sólo les diré que mi esposo fue el primero en pedir desesperadamente la ayuda de su suegra, ya que en mi caso el dolor de la cesárea no me permitía hacer movimientos bruscos, y me obligaba a permanecer acostada la mayor parte del tiempo para evitar que la herida se abriera. Así que entre atenderme a mí, compartir conmigo el cuidado del bebé, cocinar y limpiar la casa el pobre se estaba volviendo loco.
Pese a que tengas un parto natural considera la posibilidad de pedir a familiares o amigos que te echen una mano tanto en la atención del bebé como en las tareas domésticas durante las primeras semanas de vida de tu hijo, que pueden ser bastante caóticas y agobiantes. Probablemente algunos de ellos estarán deseosos de ayudarte y, aunque puedas discrepar con ellos en ciertas cosas, no subestimes su  experiencia.



Prohibido las visitas

Bueno, estoy exagerando, digamos que únicamente debemos limitar el número  de visitas de familiares y amigos en los primeros días de la cuarentena, ya que si de por si atender invitados en tu hogar en un día normal puede resultar un poco cansado, imagínate recién operada y con pocas horas de sueño producto de las interminables tomas de leche de tu bebé.
Porque como has de imaginar ¡Nuevo bebé! Atrae toda la atención y todos quieren conocerlo, por eso en los primeros días, lo mejor es evitar que la casa se llene de gente. Lo ideal es que si viene alguien, pues que venga, pero para ayudar.
Déjame contarte que “la cuarentena” creada por nuestros antepasados es un período de aproximadamente 40 días o seis semanas en los que la nueva mamá sólo tiene que dedicarse a aprender a amamantar, cuidar de su bebé y atenderse a ella misma. Durante ese tiempo, otros miembros de la familia son los que cocinan, limpian la casa y atienden a otros niños, si los hay.
También conocido como el puerperio este es el periodo aproximado que una mamá necesita para que su cuerpo empiece a volver a la normalidad después del parto, por lo que tradicionalmente se usaban una serie de hierbas, remedios y costumbres para ayudar a la recuperación. Una vez pasado estos días se consideraba que la mamá estaba lista para integrarse de nuevo completamente en la vida familiar y social.
Así que si no te sientes con ganas o con fuerzas para recibir visitas o tiene otras preocupaciones, no te culpabilices o te de vergüenza establecer algunas limitaciones.

Practica el cambio de pañal y el baño

Al principio de este artículo describí que me encontraba en estado de shock. No era exageración cuando use la palabra “paralizada” para relatarte como me sentía. Si no me crees pregúntale a mi esposo, quién tuvo que cambiar el pañal la primera vez que estuvimos solos en casa, o quien baño a nuestro hijo. ¡Aja! Estás en lo cierto. ¡Fue él! Te repito que yo me encontraba paralizada del miedo. Veía a nuestro bebé y sentía terror de lastimarlo o quebrarlo.
Creo que está de más profundizar en la cara de decepción de mi esposo al ver que su
“linda mujercita” no era capaz de limpiar las nalguitas de su bebé. Me imagino que ha de ver pensado que eso del instinto maternal era puro cuento chino.
Para que entiendas mejor el cuadro debo confesar que nunca, pero nunca en mi vida anterior había cambiado un pañal. Y durante el embarazo nunca repare en la importancia de aprender el arte de la zapeta, por ello te recomiendo que antes de que llegue tu retoño si tienes una hermana o amiga con quien exista mucha confianza y tenga hijos pequeños pídele si puedes observarla y ayudarla cuando realice tareas como limpiar al bebé, darle el biberón, arroparlo e incluso bañarlo. Contar con ejemplos y poder practicar te hará la realidad más sencilla. De verdad, no es para que te espantes pero si necesitas saber a qué te vas a enfrentar.
Te aconsejo también que cada vez que lo alimentes, bañes o le cambies el pañal  demuestres seguridad y confianza en ti misma, ya que el percibirá inmediatamente tus sentimientos y emociones y si tú te sientes segura le transmitirás una sensación de tranquilidad a tu bebé.


Mientras el bebé duerme, tú también duermes.
Comprenderás que desde la llegada de tu hijo el centro de atención y de todos los cuidados has dejado de ser tú. Ahora todos los mimos serán para esa nueva criatura, sin embargo debes entender que también la mamá necesita estar bien física y mentalmente.
Si como yo eres de las defensoras de la lactancia materna te digo de una buena vez que tu hijo  comerá aproximadamente cada dos horas, lo cual es sumamente agotador. Por ello debes procurar encontrar un espacio para tomar respiro y recuperar las fuerzas perdidas, el cual puede ser cuando tú nene también está descansando. Por favor, no te quieras hacer la fuerte y escucha bien aquella frase que dice: “Cuando él bebé duerme, la mamá también duerme”.
Los recién nacidos no distinguen cuando es de día y cuando de noche, ósea que te aseguro que por lo menos lo alimentarás dos o tres veces en la madrugada, por ello y para que no te fatigues tanto trata de descansar cuando tu bebé esté dormido, además si tú estás descansada y relajada, favoreces la producción de leche. Si te es posible, prepara antes de dar a luz una serie de comidas congeladas para cubrir al menos dos semanas y así tengas una preocupación menos.



Y sobre todas las cosas no juzgues tu desempeño como madre, ni el de tu pareja como padre
Algo que es indiscutible es que sus vidas han cambiado y el proceso de adaptación y aprendizaje tomará un tiempo, pero debes estar seguro que no existen otras personas en el mundo que sientan más grande amor por tu hijo. Sus padres son los únicos que siempre lo amarán incondicionalmente y por lo tanto son los idóneos para cuidarlo, protegerlo y criarlo. Si cometes tú o tú marido algún error no se juzguen ni se martiricen, créeme que sus papás y los tuyos estuvieron en la misma situación y mira, sobrevivieron. O al menos eso espero yo… bueno, por lo menos siguen con vida y eso ya es ganancia.


Así que sonríe y da gracias a Dios, al cielo, al sol o a lo que creas porque tu vida ha sido bendecida grandemente. Y aunque toda bendición tiene su manda, créeme que has recibido el mejor regalo que un ser puede tener. Porque no solamente das a luz un hijo, sino que tienes la oportunidad de criar a un hombre o a una mujer que pueda convertirse en un héroe o una heroína para la humanidad, en un millón de sentidos. 

martes, 3 de septiembre de 2013

En su manita había un regalo para mí: Un pedazo de CACA



Me lo habían advertido. Pero nunca pensé que fuera tan pronto. Un mañana escuche a mi bebé hacer  ruidos en su cuna. Eran unos silenciosos balbuceos. Me sorprendió que no se levantara llorando exigiendo “Su lechita”. Me asomé discretamente sin que se diera cuenta y percibí todo en completo orden. 

Entonces me di la media vuelta y me dispuse aprovechar esos preciados minutos de paz que mi hijo me había regalado. Me serví una taza de té y admire la mañana. ¡Era un gran día! Soy una madre estupenda pensé, ahora mi hijo ha dejado de ser un ser incivilizado y ha decidido premiar a  su “mamita” con un tiempo de relax.

Conforme los minutos pasaron el sospechosismo se apodero de mí. Algo no estaba bien.  ¿Dónde estaban los gritos matinales?  ¿Dónde había quedado la insensatez de mi hijo de un año de que un biberón no se prepara de forma instantánea? ¿Tan pronto había aprendido que era de gente decente levantarse tranquilo y sin llanto por las mañanas?

Me regañe y me avergoncé por pensar mal de mí retoño. Pero la verdad es que no resistí la tentación de averiguar porque tanta paz y tranquilidad así como así.  Entre sombras (La luz de su habitación estaba a obscuras ligeramente iluminada por un foco de colores) vi algo que me llamo la atención. Debajo de su camiseta de piyama un “dedito bailarín” se asomaba... NOOO! …No era un dedito bailarín! Era su PENE al descubierto!!!!. Pe… pe…pero… y su pañal? (La noche anterior había olvidado ponerle su pantaloncito de piyama)  ¿Dónde estaba su pañal?...!!!

Corrí rápidamente y vi su zapeta en el otro extremo de la cuna llena de una sustancia cafesosa, al tiempo que mi  vástago sonreía  y me estiraba su pequeña manita… Llena de CACA!.


Omitiré la parte en que describo el  TERROR y el ASCO que sentí. (Creo innecesario obviar en los sentimientos de repulsión, ganas de vomitar, coraje y risa que sentí de forma mezclada). Sólo diré que agradezco que el gusto gastronómico de mi hijo no contemple al popo como plato fuerte.

Lo que escribí al principio de este artículo era cierto. Me lo habían advertido. Y sobre advertencia no hay engaño...Ni sorpresa… Mi hermana quien tiene un hijo de dos años me contó como en ocasiones mi lindo sobrino se había acercado a ella con la ternura en el rostro diciéndole “Toma mami. Un regalito para ti”. El obsequio era nada más y nada menos que un trozo de excremento extraído directamente del interior de su apestosísimo pañal. ¿Inocencia infantil o deliberada crueldad? Nunca los sabremos...

Los niños exploran. Y entre su campo de exploración se encuentra el interior de su zapeta. Son curiosos y aún no saben distinguir entre lo malo y lo bueno. Lo peligroso y lo seguro. Lo insano y lo sano. Y lo repulsivo que para sus madres representa el olor a excremento. Que importa si sale de las puras y tiernas nalguitas de sus hijos. El excremento es excremento y punto. No hay nada tierno en él.

Llevo más de 14 meses  limpiando su trasero y créanme  AúN NO ME RESIGNO! El olor a popo en ocasiones me hace querer vomitar.  Contemplar los residuos de comida mezcladas con el fétido olor a defecación tan cerca de mi nariz y mis ojos continúa siendo un momento indescriptiblemente desagradable.

Pero como el hombre es un animal de costumbres, confieso que estoy a punto de acostumbrarme, al grado que después de un cambio de pañal puedo continuar deleitándome con un delicioso mollete de frijoles cafesosos y refritos.


lunes, 2 de septiembre de 2013

Organiza tu refrigerador con etiquetas


Te ha pasado que al momento de limpiar tu refrigerador has terminado encontrando un recipiente de comida escondido detrás de un bote enorme de jugo que días atrás fuera un platillo delicioso y que ahora al abrirlo es una mezcla fétida y podrida? O quizás al tener los cajones del refrigerador  llenos de bolsas con verduras y frutas algunas de ellas terminaron podridas o en mal estado debido a que nunca te diste cuenta que ya se estaban pasando en su maduración. 

La verdad una de las cosas que más me frustra es tener que desperdiciar y tirar la comida, no puedo dejar de pensar que me arruina económicamente, y que es de los más inconsciente que un alimento termine en el contenedor de basura cuando en el mundo existen 870 millones de personas que no tienen lo suficiente para comer, según cifras del Programa Mundial de Alimentos (PMA), la organización de ayuda humanitaria más grande del mundo que lucha contra el hambre mundialmente. 

Debido a esta situación desde hace algunas semanas he estado probando un método que en lo particular a mi me funciona de maravilla. Se trata de ETIQUETAR cada uno de los recipientes que contienen diversos alimentos de tal manera que sepamos exactamente que HAY en nuestro refrigerador y ningún alimento sea olvidado y pase desapercibido. 

En mi casa somos fanáticos de la fruta así que decidí que luego de lavarla iba a cortar todo para almacenarlo en recipientes herméticos transparentes. Además pegue un pedazo de masking tape o cinta adhesiva en la parte frontal de los contenedores y con la ayuda de un plumón indeleble escribí el nombre de la fruta de la que se trataba: "MANGO", "KIWI", "FRESA", "PIÑA", "MELóN", "PAPAYA", etc, esto con el fin de que todo estuviera al alcance de mi mano y la de mi marido. También les coloque leyendas a los recipientes con sobras de comida, lo cual me resultó de los más útil y práctico. 

Este es mi Refri días atrás. Una lindura no? 



Además esta idea es excelente si estas tratando de comer más saludable o estás en un régimen alimenticio llámese dieta, porque en lo particular si tengo que verme en la necesidad de pelar y cortar la fruta me da una flojera que mejor ni te cuento y entonces prefiero comer algo más accesible como galletas y frituras.

Te recomiendo también que limpies tu refrigerador diariamente así no tendrás que dedicarle un día completo cuando este totalmente sucio. Yo no demoro ni 5 minutos pasando un trapo con una solución a base de vinagre, agua y bicarbonato de sodio. De esta manera también aprovecho para revisar los alimentos y ver cuales están a punto de echarse a perder y cuales ya de plano tendré que tirar a la basura.

Si decides almacenar las frutas y verduras en contenedores ten mucho cuidado al comprar un recipiente de plástico, ya que muchos de ellos suelen tener sustancias tóxicas para tu organismo. Elige aquellos que digan libres de BPA. 

Si no vas a lavar y cortar la fruta y verdura inmediatamente recuerda que las hortalizas de hojas como la lechuga deben conservarse en bolsas de papel y las frutas en bolsas de plástico agujereadas, las cuales deben cambiarse cada 3 o 4 días para conservarse por mayor tiempo. 

Espero que estos consejos te hayan servido y que como yo prometas que sera la última vez que tu comida sera degustada por las hormigas, cucarachas y ratas. Asqueroso verdad¨? Pues a organizar nuestro refrigerador!!!!!







domingo, 1 de septiembre de 2013

Sexo en el embarazo. Momento de placer para tu bebé

Uno de mis grandes temores al estar embarazada era convertirme en un ser amorfo, bofo, rechoncho, de pies hinchados y con una vida sexual inactiva. Erróneamente tenía ese miedo absurdo de que las mujeres en cinta se vuelven poco deseables para sus parejas y que durante los nueve meses siguientes la idea de sexo se resume a un gran beso en la frente.

Y para rematar las primeras veces que tuvimos sexo sentía mucho miedo de que si eramos muy "intensos" mi pequeño bebé podría salir lastimado. Aún recuerdo la cara de mi ginecóloga cuando le pregunte si el golpeteo en la penetración podría poner en riesgo la vida de mi hijo. (Pues claro que no, tonta. Hahaha, Obvio no dijo eso, pero seguro se rió un montón)

Si has tenido esos pensamientos, para empezar primero por favor quítate esas ideas tontas y retrógradas de que el embarazo es un momento de "austeridad sexual" o "abstencionismo del libido" porque cuando una pareja está enamorada la sexualidad al avanzar los meses del embarazo es incluso más intensa, más divertida, más picante y nuestra panzita se vuelve un afrodisíaco para nuestros chicos y que decir de nuestros grandes senos,  que sin duda debemos aprovechar. Te lo digo enserio, muy en serio aprovecha tus ENORMES Bubis, mientras duren. Luego las extrañarás te lo aseguro. 

Por otro lado a nuestro terror de volvernos feas y ASEXUALES se suman aquellas creencias obsoletas de que los bebés dentro del vientre pueden sufrir lastimaduras por la penetración,  lo cual para empezar no puede suceder ya que el feto se encuentra perfectamente protegido por el líquido amniótico, por las membranas y sobre todo por las paredes uterinas. El cuello del útero, situado al fondo de la vagina puede excitarse durante una relación sexual, pero esto no genera peligros, puesto que existe un tapón de mucosidad que sella la entrada al útero. Por ello, es imposible que durante la relación el pene llegue a tocar al niño.  

Incluso algunos estudios afirman que las mamás que mantuvieron relaciones sexuales frecuentes durante la gestación tienen bebés más seguros, tranquilos y felices, por lo que en resumidas cuentas el sexo durante el embarazo es no únicamente placentero para los papás, sino también para los bebés, ya que en el útero nuestros pequeños están mejor OXIGENADOS gracias a la mayor afluencia de riesgo sanguíneo durante el COITO. 

Por si eso fuera poco, el balanceo ocasionado por los movimientos de la madre le resulta agradable, y las contracciones uterinas del orgasmo le proporcionan placer al bebé. Ademas luego del acto sexual la madre le transmite su propio estado de tranquilidad y satisfacción. 

Las razones por las cuales la sexualidad es más placentera estando pansonzitas son las siguientes: 
  • La irrigación sanguínea dota de mayor sensibilidad a la zona genital de la mujer
  •  Aumenta el flujo vaginal por lo que la vagina se vuelva más sensible y está mejor lubricada
  • El sexo es más relajado porque no tenemos el miedo de quedar embarazadas jajaja 
Así que espero que luego de haber leído esto corras a buscar un baby doll donde quepa tu tripita, te sueltes el pelo, prendas velas y derrita un poco de chocolate porque está noche es un gran momento para disfrutar de una velada sexual con el hombre que elegiste para ser el padre de ese luminoso ser que viene en camino.



Fotografia: Kenneth Burgueno Burciaga